miércoles, 20 de abril de 2016

Ayuda tecnológica para personas con discapacidad

Con solo 24 años, Ian Burkhart se quedó tetrapléjico a causa de un accidente mientras buceaba. Tenía muy pocas posibilidades de poder llevar una calidad de vida adecuada, pero la tecnología le ha dado una nueva oportunidad gracias a un dispositivo colocado en su cerebro que interpreta las señales del cerebro para poder mover sus manos. Este dispositivo, NeuroLife, permite conectar el cerebro directamente a los músculos. Además, también interpreta los pensamientos del cerebro, lo que hace que se traspasen las órdenes a la médula espinal lesionada y se conecte a un dispositivo, estimulando los músculos de la mano y brazo.
 Es duro ponerse en la situación de una persona que quiere transmitir sus ideas pero no tiene manera de hacerse entender, ya que no posee comunicación verbal y tampoco la movilidad necesaria para comunicarse a través de gestos. Este es un claro ejemplo de cómo la tecnología y el progreso de esta es una mejora para las personas con alguna discapacidad psíquica o física. Con estos dispositivos que se van creando comienza a abrirse todo un mundo de posibilidades: ya no sólo podrán expresar sus emociones o pensamientos y así comunicarse, sino que también podrán hacer pequeñas cosas que tanto les gusta. Un ejemplo de ello es Ian, quien con esa discapacidad física ahora puede tocar la guitarra con un videojuego, coger una botella o usar su tarjeta de crédito sin ayuda. Son pequeños detalles que les facilitan su rutina, y mejoran su calidad de vida.
Los investigadores creen que esta tecnología ofrece la promesa de ayudar a los pacientes afectados por lesiones cerebrales y de médula espinal, como los accidentes cerebrovasculares y lesiones cerebrales traumáticas, para que puedan ser más independientes y funcionales.


Mª Dolores Castro Jurado

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