El pasado miércoles, la empresa gallega Durmet presentó esta tecnología en Madrid con motivo del Día Internacional del Beso bajo el lema: "Para poder descansar de noche y también de día".
Se trata de un colchón con apariencia normal que integra una red de 24 sensores ultrasónicos repartidos por su interior. Los sensores informan a través de una app si se están produciendo movimientos "sospechosos".
“Si detecta una actividad sospechosa sobre el momento de uso, la frecuencia, intensidad o velocidad habitual, envía una notificación push al terminal con el que está vinculado”, ha asegurado Iván Miranda, ingeniero responsable de la parte técnica del producto.
El colchón, que recibe el nombre de Smarttress, es de tipo Thermoflex con un interior viscoelástico y fibra hipoalergénica. Lleva una batería extraíble y recargable con una autonomía aproximada de una semana. El colchón se conecta con la app de Smarttres a través del wifi de la propia casa del usuario.
Ante los nuevos productos que se presentan en el mercado, cabe la reflexión de si la tecnología es una ayuda para las personas o, si por el contrario, contribuye a la obsesión y a la violación de la intimidad. Todos tenemos derecho a compartir lo que nos plazca, sin estar bajo la vigilancia de aplicaciones que informen de nuestros movimientos en tiempo real.
No hay comentarios:
Publicar un comentario