Adicción a las TIC: problemas del siglo XXI

Adicción es una enfermedad física y psicoemocional que crea una dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o relación. Así lo define la OMS (Organización Mundial de la Salud) Es el hábito que domina la voluntad de una persona. 
La brecha digital ha sido superada en este sentido, la sociedad ya tiene a su disposición dispositivos tecnológicos como ordenadores, televisión, teléfonos móviles etc. Lo que plantea un conflicto ahora es saber usarlas correctamente. Sin embargo, en este camino hacia la perfección digital, nos hemos convertido en personas dependientes de ella. Nos ha creado una adicción muy difícil de superar si todo lo que nos rodea nos conduce a ella. Es como el que intenta dejar de fumar y convive rodeado de fumadores.

En la web podemos encontrar numerosas imágenes que reflejan esta dependencia. Iniciativas para evitar seguir enganchados a nuestros móviles al menos cuando salimos con nuestros amigos. 


Existen varios tipos de adicción: a los videojuegos, a las redes sociales para estar siempre informados y, sobre todo, actualizados. También a las aplicaciones de mensajería como Whatsapp. Quizá esta sea la que mayor dependencia genere. Como ante cualquier problema, el primer paso es reconocerlo para así poder actuar y solucionarlo. Nadie niega tener este problemas con las nuevas tecnologías. Reconocemos sufrirlo, pero parece que nos hemos encariñado del problema. 

Como cualquier problema de abuso, existen medidas para evitarlo, aunque no sea tarea fácil. De hecho países como Estados Unidos, China o Reino Unido han iniciado unos procesos llamados "desintoxicación digital". Este problema se ha reconocido y catalogado como trastorno. En España se trata esta adicción en centros especializados en adicciones, pero no exclusivos de la dependencia digital. 

Esta dependencia se irá agravando conforme avancemos en las generaciones próximas, pues crecerán con las nuevas tecnologías. Al igual que con el uso de Internet, son los más jóvenes los que más recurren a su uso por ser los más familiarizados con las TIC. Los jóvenes son los que mejor han reaccionado a la brecha digital, como consecuencia de ello son los que más dependencia o adicción tienen.

Decía Alan Moore: "La tecnología es siempre un arma de doble filo. Traerá muchos beneficios, pero también muchos desastres."
Debemos tener cuidado con el manejo de esta herramienta cuyos beneficios pueden revertirse causando el efecto no deseado.

Y vosotros, ¿os consideráis dependientes o adictos a las nuevas tecnologías? La respuesta puede ser complicada...

Sandra Mª Vergara Valbuena.